En este artículo se exponen algunos beneficios de las aguas termales. Las aguas termales pueden ser muy beneficiosas para tratar ciertas afecciones, pero es necesario tomar algunas precauciones para evitar reacciones adversas, como mareos o bajadas de presión.
Grandes beneficios de las aguas termales
Reconocidas a nivel mundial por sus propiedades curativas, las aguas termales son eficaces para tratar una variedad de enfermedades de forma natural. Los beneficios de las aguas termales tienen su origen en la composición de las aguas en cuestión.
Estas aguas minerales surgen del subsuelo con una temperatura aproximadamente 5°C mayor que la de la superficie. En este artículo, exploraremos más sobre las aguas termales y sus beneficios.
Historia del termalismo
Desde la antigüedad, las civilizaciones utilizaban los baños termales tanto para tratar enfermedades como para socializar. Los registros más antiguos datan de 2000 a.C. en lugares como India, Italia y Grecia.
Cualquier país puede tener fuentes de aguas termales, pero las más destacadas están en Puerto Rico, Honduras, Estados Unidos, Panamá, Chile, Perú, Bolivia, Colombia, Japón, Islandia, México (que cuenta con cerca de 20 fuentes), Nueva Zelanda, Venezuela, Uruguay, Argentina y España.
Características de las aguas termales
Las aguas termales provienen de las capas subterráneas de la Tierra y son ricas en minerales. Su temperatura es mayor que la de la superficie, lo que las hace ideales para terapias. Se utilizan principalmente en baños, pero también en inhalaciones, irrigaciones y calefacción. Generalmente, se encuentran en fallas geológicas y pueden emerger en forma de vapor o agua caliente.
Las aguas termales se clasifican según su temperatura: frías (menos de 20°C), hipotermales (20-35°C), mesotermales (35-45°C), hipertermales (45-100°C) y supertermales (100-150°C). También contienen diversos minerales como hierro, azufre, magnesio, calcio, sodio y bicarbonato.
Efectos en el cuerpo
El agua termal tiene efectos químicos, físicos y biológicos en el organismo, actuando de manera simultánea. El baño en estas aguas incrementa la temperatura corporal, mejora la circulación sanguínea y la oxigenación, lo que facilita la eliminación de toxinas.
Además, promueve la nutrición de los tejidos, fortalece el sistema inmunológico, reduce el estrés, aumenta la producción de endorfinas y regula las funciones glandulares, gracias a minerales como el magnesio, calcio, azufre y carbono. Las enfermedades de la piel, como psoriasis, hongos y dermatitis, pueden mejorar notablemente con baños en aguas termales, especialmente aquellas que contienen azufre.
Consejos para disfrutar de las aguas termales
Antes del baño
Es recomendable no tomar un baño termal inmediatamente tras llegar al lugar. El cansancio y la adaptación al microclima pueden generar malestar, como mareos o fatiga, especialmente si el agua es muy caliente.
Si necesitas bañarte por higiene, utiliza agua a la misma temperatura que tu cuerpo para reactivar tu energía y circulación. Evita bañarte temprano por la mañana, ya que la presión arterial y los reflejos aún son bajos al despertar, lo que puede provocarte mareos o desmayos. Lo mejor es desayunar ligero, hacer una actividad tranquila y esperar hasta media mañana antes de sumergirse.
También es importante consultar con un médico antes de entrar en las piscinas, ya que personas embarazadas o con condiciones médicas específicas pueden tener restricciones. Después de comer, espera al menos dos horas antes de bañarte, ya que el proceso digestivo podría verse afectado por el calor del agua, provocando malestar.
Durante el baño
No excedas el tiempo recomendado en las piscinas, especialmente en las cubiertas o muy calientes. El personal especializado te indicará el tiempo adecuado según tu situación. El calor del agua puede hacer que la respiración sea más fácil al inspirar, pero más difícil al exhalar, lo que puede causar somnolencia o fatiga. Si sientes estos síntomas, es mejor salir del agua.
Finalmente, evita tomar demasiados baños de inmersión en un solo día, especialmente si tienes alguna condición médica. Exponerse repetidamente al calor puede afectar la respuesta de los vasos sanguíneos, lo que podría generar complicaciones si se hace con demasiada frecuencia. Los beneficios de las aguas termales puedes ser muchos, pero siempre se debe mantener un equilibrio.
Fuente fotográfica: Pixabay. jbark44
Enlace de interés: Termalismo Ourense